Dienstag, September 05, 2006

Comenzar siempre es lo más difícil

En el capítulo anterior: La Mel me convence de hacer la tesina en tele con el más viejo y sucio de los artilugios... desafiarme. Por supuesto que pisé el palito!!! Me decidí y pronuncié mi propia sentencia en lo que demora un suspiro.
.
- Vale. Lo hacemos en tele.
- Claro... si nos aceptan el tema.
.
Aaaaahhhhh!!!! Son esos pequeños momentos los que hacen de mi vida lo que es: un desastre absoluto. No habían pasado ni cinco segundos desde que había metido las patas hasta autosepultarme por completo y me sale con esas!!!! Eeeeeeeeeeeeeeeen fin. Tenía razón, una vez más, y sí, la odié por eso. Debe haberse dado cuenta, porque pospusimos la inminente reunión de pauta para marzo. O tal vez ni lo notó, pero da lo mismo, porque la verdad es que llegamos a marzo y seguíamos sin saber qué diantres íbamos a hacer.
.
Enero y febrero pasaron sin mayor pena ni gloria, trabajos esporádicos, gente nueva y mucho tiempo libre. Casi, casi, el paraíso. En cualquier otra circunstancia me habría dado de cabezazos contra cualquier pared. De preferencia una de hormigón armado. Porque con cinco primaveras menos, habría preferido tirarme de un barranco antes de quedarme en Santiasco en pleno verano. Pero con unos cuantos añitos a cuestas, tomé la típica decisión-de-tipo-adulto-joven-que-ve-pasar-sus-mejores-años. "Voy a descansar", un lindo eufemismo para no decir abiertamente "voy a tirármelas hasta que me dé hipo". Lo reconozco, estoy cansada y lo lamento, porque estas serán mis últimas vacaciones de 3 meses hasta que jubile, y probablemente a los 60 (65 si estos pelotas por fin se deciden a cambiar la ley de pensiones) no voy a tener ni el ánimo ni la energía necesarias para irme a mochilear al norte, como cuando nos fuimos a San Pedro de Atacama, sin plata y con una dotación bastante exigua de pastas 3 minutos que había que hacer durar. Probablemente sea la pesadilla de cualquier pensionado, pero putas que es entretenido a los 22!!!!!!
.
- ¿Se te ocurrió algo en las vacaciones?
- ¿Aparte de asesinarte y hacer desaparecer la evidencia?
.
Para ser la conversación que inaguraba el último semestre de clases de nuestras vidas, no estuvo mal. Ni siquiera cuando el tema es penca hemos perdido el sentido del humor "británico" que nos caracteriza. Me acordé de cuando nos conocimos, en el primer semestre. Capaz que si a Pelao Soto no se le ocurre tamaña bobería, no nos habríamos conocido desde el principio de la carrera, así que a largo plazo, al menos para mí, una disertación sobre fotografía entre DIECIOCHO PERSONAS no fue tan tirado de las mechas.
.
Estábamos con la Paula en la biblioteca-con-conejitos (conejitos: refiérase al gesto técnico hecho con las manos que indica comillas durante una conversación, para denotar ironía en la misma) alegando contra la titánica empresa de coordinar a 18 personas para hablar todos de la misma weá pero sin repetirnos. Nos habíamos sentado en una de las dos mesas disponibles - sí, leyó bien, DOS mesas - y en la otra reconocimos a gente que pertenecía a nuestro desconocido curso hasta ese entonces. Bastante incómodo, porque la antigua "biblioteca", que probablemente recibía ese nombre porque había un par de libros y mucha compasión de nuestra parte, era tan, pero tan re chica, que apenas cabíamos en ella.
.
- Ay, Maaaarce!!! Pucha, qué lata que no nos tocó juntas.
- En todo caso. Me tiraron con dos personas que no conozco. ¿Qué chucha hago ahora?
.
Con la Paula fraternizamos altiro porque veníamos del mismo colegio y ella se dio cuenta del detalle. La mala suerte es que Comandante Patillo no estaba enterada de dicho acontecimiento, así que, apenas se tomó el poder y designó los subtemas, separó al grupo por orden alfabético y claro, justo no teníamos apellidos colindantes en la lista de Taller de Medios II.
.
- Tengo que trabajar con una tal Claudia XX y una tal Melissa YY... ¿Quién demonios es la Melissa YY?
.
A veces mi gran boca no sólo no me perjudica, sino que me ayuda, porque de la mesa vecina emergió una voz.
.
- Yo soy la Melissa YY. ¿Y tú, quién eres?
.
Debo reconocer que me dio entre risa y susto, porque la mina era bien pará en la hilacha de voz. Y cuando me doy vuelta a mirarla, me encuentro con un personaje de poco más de un metro y medio de altura, que me miraba con ojos desafiantes.
.
- ¿Tú eres la Melissa YY?
- Sí
- Ah. Yo soy la Marcela ZZ. Y tenís que trabajar conmigo.
.
Toma. Así de simple. Si sólo fuera así de simple encontrar un tema para Investigación.
.
- Yapo, en serio, Marce. ¿Se te ocurrió algo?
- No. Absolutamente nada. ¿Y tú, tienes alguna idea?
- Bueno, sí, tengo una idea...
- ¿Pero?
- Me tinca, pero no me convence...
.
So typical. Igual que esa primera vez, estábamos mirándonos las caras sin saber qué demonios hacer. Lo bueno del asunto es que recordé que esa primera vez terminamos trabajando muy bien juntas y sacamos el trabajo bastante bien, a pesar de que la tercera integrante del grupo no apareció sino hasta DOS MINUTOS ANTES de la disertación. Todo un personaje ella. Volví a suspirar, pero esta vez sonreí. Pasara lo que pasara, sabía por experiencia que íbamos a salir bien paradas de esto, porque estábamos trabajando juntas.
.
- Bueno, peor es no tener ni una sola idea.
- ¿Entonces?
- ¿Entonces? Entonces empieza a contarme qué tienes en mente.

Samstag, Juli 15, 2006

La palabra mágica

- Marce, vamos a trabajar juntas en Investigación, ¿verdad?
.
La pregunta me pilla de sorpresa. En primer lugar, por el adelanto (es diciembre, se acaba de terminar el semestre!!!), pero sobre todo por quién me hace la pregunta. O sea, si no es con la Mel, ¿con quién? Obvio que ella será mi partner de trabajo. No sólo porque somos amigas y me conoce todas las mañas y defectos. Somos laboralmente complementarias, si es que eso existe. Definitivamente trabajamos bien juntas, no doubt ‘bout it. Es sólo que no quiero pensar en eso… no todavía.
.
No fue un semestre tan pesado por los ramos, fueron más bien otras cosas las que me dejaron agotada. La verdad es que no tengo ganas de hacer nada. Bueno, sí, quiero dormir, mucho. Carretear, pagar toooodos los copetes que prometí durante el semestre – “es que te juro que no tengo tiempo, pero apenas salga de vacaciones, vamos a tomar algo por ahí” – nadar y tomar mucho sol. Leer mucho, me inscribí en el Bibliometro y ni lo he usado. Por cierto que no quiero ver un plumón o un lápiz rojo en todo el verano. 86 en la ayudantía, fueron demasiados, con la Pame apenas dimos abasto. Pero queda poco: acabo de tomar mis últimos 4 ramos. Los últimos, al fin!!!
..
- Obvio que sí, boba, ¿con quién más iba a trabajar?
- Ya, yo pensé lo mismo
- Pa’ qué preguntai entonces…
- Bueno, igual te tenía que preguntar
- …
- Tengo otra pregunta
- ¿Cuál?
- ¿En qué formato vamos a hacer la weá?
.
Ni prostituta idea. Ni siquiera me lo he cuestionado. Tal vez debí hacerlo, pero qué me iba a imaginar lo que se nos iba a venir encima. Me acordé de Sebastián, mi ex: la ley del mínimo esfuerzo era su leit motiv académico, y vaya que le resultó. Claro, pasaba sus ramos con cuatro-coma-algo, a veces un cinco, pero jamás faltó a una pichanga en las canchas de San Joaquín o a una tomatera con los amigos. Nunca le faltó tiempo para regalonearme, para ir a comer algo rico (por Dios que engordé con ese hombre!!!) o para enseñarme a jugar pool. O sea, lo pasaba chancho. Pero bueno, ¿quién aprende de la experiencia ajena?
..
- Mel, no tengo idea… ¿cómo me preguntai eso a estas alturas?
- Es que yo quiero hacerlo en tele…
..
Tele… hacer la tesina en tele… es decir, un reportaje de más o menos 10 minutos sobre vaya una a saber qué cosa. Es decir, elegir un tema “televisivo”, con imágenes atractivas y decidoras. Es decir, olvidarse del teléfono y obligarse a entrevistas in situ, porque hay que grabar la cuña. Es decir, horas de edición encerradas en el tercer subterráneo de la Escuela, porque ninguna tiene editora en la casa… y varios “es decir” más, que resumidos serían algo así como: es decir, cuarenta veces más pega… y creo que me estoy quedando corta.
.
Además, no me tengo fe en tele. Honestamente, no me tengo fe en ningún formato, salvo radio, que me encanta. Y eso se lo debo principalmente a Carlitos Costas, el primer profe que tuvo la amabilidad de encontrarme buena en lo que hacía en su ramo. Claro, mis trabajos nunca fueron perfectos – cosa que siempre me ha picado, no con Carlos, sino conmigo, porque no soporto no hacer las cosas a la perfección – pero la primera vez que tuve que conducir un programa, con la Marce Quiroz, su única crítica fue “sonabas un poco tensa al principio, pero después te relajaste y lo hiciste muy bien”. Después vinieron los talleres con Alvarito Paci y el profe Coiro, y me terminaron de convencer de que tenía dedos para ese piano. Un boost a mi ego, muy necesario por lo demás, porque para cuando llegué a sus ramos, ya casi estaba convencida de que no servía para nada – cortesía de mis primeros profes de ramos más prácticos. Supongo que era más que nada por eso que mi primera opción era radio.
. .
- En tele… ¡en tele! ¿Cachai el cachito en que te quieres meter?
- Bueno, sí…
- Vamos a estar todo el semestre peleando por equipos!!!
- ¿No le puedes pedir la cámara a tu papá?
- Jajajajajajajajajaja… claaaaaro, me la va a prestar caleta
- Qué tanta weá, pedimos los equipos y chao!!!
..
Y me seguía dando motivos para negarme. No, no y no!!! No quería hacer la tesina en tele, nica. Eso de tener que pedir equipos fue la gota que rebalsó el vaso. Cuando llegamos a Audiovisual, el primer ramo práctico de tele, no nos prestaban equipos, léase cámara, trípode, micrófono o lavalier, audífonos y la infaltable editora, causante de la mayor tasa de peleas con Juanito y Pelao Soto. “Son para los de Taller I”. Cuando llegamos a Taller I, “son para Taller II”. En Taller II, eran para Taller III. Y claro, en Taller III, eran para Investigación… pero entre medio, habían abierto Comunicación Audiovisual… en fin, otro semestre en que, probablemente, los equipos iban a ser para alguien más.
..
- Honestamente, Mel, me da lataaaaaaaa
- No podís ser tan pajera!!!
- Es mucho hueveo!!!
- Es que, ¿sabes? Yo lo veo de otra manera
- ¿Cómo así?
- No sé, hacerlo en tele es más difícil, y por lo mismo, si lo logramos y lo hacemos bien, va a ser más satisfactorio, creo yo
- Mmmmmmmm
- No sé, es como un DESAFÍO…
.
Desafío… desafío… desafío… ¡dijo la palabra mágica! Si hay algo en esta vida a lo que no me puedo resistir, es a un desafío. Y ella lo sabe. Es como diría el Coco Legrand: “un petardo en el culo”. Desafío para mí es sinónimo de imposible, y si hay algo que me encanta es lograr imposibles… la sensación de conseguir lo que se supone que no se puede es increíble!!! Que algo sea desafiante es lejos la mejor razón para hacer ese algo. Al menos, así lo veo yo. La palabreja esa seguía dando vueltas en mi rulienta cabeza, y con cada vuelta que daba se me iban olvidando los mil y un motivos para no hacer la famosa cuestión en tele…
..
- Desafío… es todo un desafío
- Por eso, poh, Marce!!! Dime si no va a ser rico cuando terminemos y veamos el reportaje listo…
- Vale. Lo hacemos en tele.
.
No necesitó decir más. Claro, un par de meses más tarde me iba a estar cuestionando la estupidez de los motivos que me llevaron a tomar esa decisión. Pero ya estaba hecho. Había cometido el primer error del semestre.